Autor: Klaus-Jürgen Wrede
Editorial: Amigo
Género: Historia antigua (65 d.C.-79 d.C.)
Temática: La destrucción de Pompeya por la erupción del Vesubio.
Mecánica: Colocar / sacar piezas del tablero.
Número de jugadores: 2 - 4
El tema del juego
-El tablero es más que aceptable, de cartón duro y buena calidad, con un diseño bonito de los edificios y claro en los dibujos para poder jugar sin dificultad. Del mismo material que el tablero son las fichas de lava.
-Finalmente, el volcán, es de cartón blando con unas pestañas para unirlo / desunirlo por los extremos. A pesar de que se pudieran poner pegas a este formato a mí me parece adecuado por la facilidad a la hora tanto de desmontarlo como de guardarlo al acabar de jugar. No corre el peligro de que se doble o se rompa puesto que, una vez desplegado, es como una lámina y se puede guardar entre las dos partes del tablero.
Objetivo del juego
Mecánica del juego
El juego se divide en dos fases: la primera, de colocación de ciudadanos en la ciudad mediante la elección de cartas de la propia mano; la segunda, colocación de lava y huída de la ciudad de los ciudadanos (es decir, sacar fichas del tablero).
Primera fase: Después de barajar las cartas de la manera concreta que se explica en las reglas, el juego empieza de la siguiente forma: cada jugador tiene jugador tiene cuatro cartas en la mano, escoge una carta que representará un edificio del tablero, la enseña, coloca un ciudadano de su color en ese edificio, descarta la carta jugada y toma otra del mazo.
Pasados unos turnos, uno de los jugadores robará del mazo la carta “79 d.C.” (la carta con el dibujo del Vesubio). La aparición de esta carta nos indica que el volcán ha dado un primer aviso. Se devuelve al mazo siguiendo las instrucciones específicas que se explican en las reglas y se sigue jugando como se hacía pero con dos reglas adicionales: la aparición de las cartas “Omen” (de Profecía) y la colocación de Parientes.
Las cartas “Omen” o de Profecía: cuando un jugador roba esta carta del mazo, la descarta inmediatamente y tiene el poder de quitar un ciudadano del oponente ya colocado en el tablero y enviarlo dentro del volcán (en caso de empate los ciudadanos que están dentro del volcán son los que provocan el desempate). El jugador tomará otra carta del mazo para tener de nuevo cuatro cartas en su mano. En el caso de que esa nueva carta tomada sea otra carta “Omen” se aplica de nuevo el poder de la carta, se descarta y se toma otra carta del mazo.
Colocación de parientes: Tras la acción de elegir una carta de edificio de la mano y colocar en dicho edificio un ciudadano se produce la colocación de parientes. Ésta colocación se dará si en el edificio en el que ha colocado su ciudadano hay otros (aunque sean de su mismo color). El jugador colocará entonces tantos parientes (osea, tantas fichas de su color) como ciudadanos ya había en el edificio que él ha escogido en otros edificios del tablero (existen algunas sencillas restricciones pero no las explico).
La partida transcurrirá como se ha explicado con estas dos reglas adicionales hasta que, en un momento determinado, un jugador volverá a robar del mazo la carta “79 d.C.”, ¿qué significa esto? El volcán ha entrado en erupción. Las cartas ya no entran más en juego así que se retiran (las de la mano y las del mazo). Los ciudadanos que no hemos conseguido colocar en el tablero se descartan (no van al volcán, sino que salen del juego).
A partir de este momento, cada jugador, por orden, sacará una ficha de lava y la colocará según las instrucciones que se especifican en las reglas, las cuales dan al jugador un pequeño margen de elección. Es decir, dentro de unas restricciones intentas colocarlas donde menos interfiera en tus planes de huida y más en los del oponente. Al llegar a la sexta ficha de lava, empieza la segunda fase de juego.
Segunda fase: En esta segunda fase cada jugador, por orden, saca una ficha de lava y la coloca en el tablero, esta será la primera acción del jugador. A continuación, tendrá una segunda acción que es mover sus ciudadanos hacia las diferentes salidas para irlos sacando del tablero.
Los ciudadanos que quedan atrapados por la lava o aquellos sobre los que se coloca una pieza de lava se retiran del tablero y se meten en el volcán. Al acabarse las fichas de lava, todos aquellos ciudadanos que no han salido de la ciudad también se introducen en el interior del volcán.
Fin del juego
Conclusiones
Otro aspecto que me parece positivo es que el juego no se limita a una sola mecánica sino que a medida que la partida avanza se van introduciendo nuevas acciones (Profecía y Parientes) o se cambia el motor de juego basado en las cartas por la colocación de losetas. Por otro lado, combina azar con táctica (el orden en que mueves tus ciudadanos es muy importante) con lo que el jugador puede establecer a lo largo de las partidas diversas estrategias de juego (sin riesgo a que se produzca análisis parálisis).
En definitiva, recomiendo este juego si se pretende pasar un buen rato con un juego sencillo pero muy bonito.
Enlaces relacionados:
-Enlace por si quieres saber a qué jugaban los pompeyanos.
-Dos páginas muy buenas sobre volcanes: Una (muy completa, en inglés), Dos.
-Sobre la erupción del Vesubio en inglés. La misma página en italiano.
-En Wikipedia hay información también completa sobre Pompeya y el Monte Vesubio, con muchos enlaces.
-Enlace sobre la exposición: Pompeya y Herculano: a la sombra del Vesubio (hasta el 13 de enero del 2008)
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