domingo, 6 de abril de 2008

Mis dos nuevos juegos: un abstracto y un filler

Hace unos días Pensator y yo nos acercamos a la tienda que Quinto Elemento y Black Beard regentan muy cerquita de la Sagrada Familia y que se llama Jugar X Jugar. Tuve la oportunidad de ver al tienda por primera vez y, de paso, me llevé dos regalitos de parte de Pensator (si en el fondo no es mal chico :P).

Uno de ellos fue Linja de Steffen Mühlhäuser, un juego de estrategia abstracta que se compone de los siguientes materiales: un tablero que se forma con 7 ramitas de bambú (me encanta esto, me parece muy original) y 24 fichas de madera (12 rojas y 12 negras).

La posición inicial de las fichas y el tablero.

A grandes rasgos el juego consiste en lo siguiente:

El juego tiene como objetivo ser el primer jugador en llegar con sus fichas al punto de inicio del contrario. Para ello, en cada turno, se efectúan dos movimientos:

1) Se mueve cualquiera de las fichas propias por encima de una rama de bambú a la siguiente fila hacia adelante (nunca se puede retroceder);
2) Se cuentan las fichas que existen en la fila donde se acaba de saltar (incluyendo la ficha que acaba de llegar) y se mueve cualquier ficha propia tantos movimientos como número de fichas se haya contado.

Una restricción importante a tener en cuenta durante el desarrollo del juego es que el máximo de fichas por fila (sin contar las dos filas de inicio) ha de ser 6 fichas por fila. Así, las fichas pueden pasar por encima de una fila de 6 pero ninguna ficha puede detenerse en ella.

El fin de juego se produce cuando las fichas negras y rojas se han sobrepasado, es decir, cuando ninguna ficha roja está dentro del terreno de juego con fichas negras en la misma fila y viceversa.

La puntuación de las fichas, entonces, será la siguiente:
-Cada ficha que haya llegado al inicio del contrario valdrá 5 puntos.
-Cada ficha en la sexta línea valdrá 3 puntos.
-Cada ficha en la quinta línea valdrá 2 puntos.
-Cada ficha en la cuarta línea valdrá 1 punto.

El juego engancha tanto en la versión que podríamos llamar “corta” como en la “larga”. La diferencia entre las dos versiones es la siguiente:

-En la versión corta simplemente se usa una cara de las fichas jugando a llevar el máximo número de fichas a la salida del contrario.
-En la versión larga se usan las dos caras de las fichas. En el momento en que una ficha llegue al punto de salida del contrario se le da la vuelta a la ficha para diferenciarla de las demás que están en juego y se ha de volver con esa ficha marcada al propio punto de salida. Esto se hace con todas las fichas, es algo así como hacer un doble recorrido.

En la imagen vemos el transcurso de una partida en la versión larga. Las cuatro fichas negras con los puntos dorados están en el punto de salida del contrario. Al llegar ahí se han colocado mostrando dicho punto dorado para marcar que ahora deberán recorrer de nuevo el tablero para volver a la zona de salida propia. Las fichas negras situadas justo delante no muestran el punto dorado ya que todavía no han llegado a la meta del contrario.

Si Karo, sistema de juego del mismo diseñador, me encanta, Linja no me ha defraudado. Me parece un muy buen juego y muy recomendable para aquel al que le gusten los abstractos. A aquel al que no le gusten los abstractos se puede ver atraído, en un primer momento, por la originalidad del tablero; además, la corta duración de las partidas tienen la ventaja de no hacer pesado el juego, algo a favor para que este tipo de jugadores se puedan animar a echar unas partidas de vez en cuando. A los no jugones no sé hasta que punto la originalidad del tablero o la corta duración de las partidas pueda animarles a jugar más de una o dos partidas.

El otro juego es un filler que se basa en tiradas de dados: Piko Piko, de Reiner Knizia. Había oído hablar del juego muchas veces pero no había llegado a jugar nunca. Como juego ligero me ha parecido muy entretenido y, como todos los fillers, de macánica muy sencilla y rápido de jugar.

Si en lo referente a materiales, en Linja lo que destaco es su originalidad, sobre todo del tablero, aquí destaco que los pocos materiales son de una buena calidad y muy bonitos estéticamente (y a mí eso me tira, véase el Filou). Estos materiales son: 16 fichas (marcadas con números del 21 a 36 en la parte superior y con unos dibujos de gusanos en la inferior) y 8 dados (un gusano y los números del 1 al 5).

El objetivo del juego es conseguir acabar con el mayor número de gusanos.

Aquí vemos cuatro de las fichas, cada una con un número en la parte de arriba y con gusanos en la parte de abajo. Lo que puntúa al final son estos gusanos.

A grandes rasgos el juego consiste en lo siguiente:

Se colocan las fichas en fila siguiendo el orden numérico y el primer jugador tira todos los dados. Este jugador debe elegir los dados que quiere quedarse siempre que sean todos del mismo valor. Los dados que ha deshechado puede volver a lanzarlos y efectuar la misma operación. El jugador no tiene porqué tirar todos los dados obligatoriamente sino que puede plantarse en el valor que más le convenga.

Sólo hay que tener en cuenta lo siguiente: si llega un momento en que el jugador no puede coger ningún dado(s) porque todos los valores que aparecen los escogió previamente pierde su turno de juego. Del mismo modo, si al acabarse los dados que tirar no tiene en su poder como mínimo un dado con el valor "gusano" también pierde el turno.

Según esto, una vez se tienen los dados escogidos, se suman los puntos (sólo apuntar que cada gusano vale 5 puntos) y se coge la ficha que tenga ese valor.

Los dados mostrando la cara con el valor "gusano"

Es posible que no se pueda coger ninguna ficha, sobre todo cuando el juego está más avanzado. En este caso, hay dos posibilidades:

1) Si el valor que suman los dados lo tiene un jugador en la parte superior de la pila donde va amontonando las fichas que van consiguiendo se le quita la ficha y pasa a la parte superior de la propia pila de fichas ganadas.
2) Si el valor no está en la fila y tampoco está a la vista en ninguna de las pilas de ningún jugador el lanzamiento se considera fallido y se pierde el turno, además este jugador debe devolver la ficha que tiene en la parte superior de su pila de nuevo a la fila de juego y poner boca abajo la ficha de la fila con mayor valor.

El juego termina cuando ya no hay más fichas boca arriba en la linea de juego. Cada jugador cuenta los gusanos que tiene en sus fichas y el jugador que haya conseguido más gusanos gana. En caso de empate, gana el que tenga la ficha con mayor valor numérico.

Está claro que este juego resultará más atractivo que el Linja para la gente que no esté acostumbrada a jugar, tanto por los dibujitos de los gusanitos como por la mecánica de juego.

Y esto es todo, estos son los dos regalitos que han llegado a mis manos. Pensator por su parte se compró el Bolide, pero eso ya es otra entrada...


En el transcurso de una partida. Los coches pasan la primera curva tras la salida.

*Enlaces relacionados:
-Puedes leer un bonito artículo sobre el Mundial Piko Piko 2007 en Munich en la página de la Asociación Cultural Jugamos Tod@s.
-Puedes encontrar una reseña de Karo en la Revista Ludo nº7. Puedes descargarte el resto de números de la revista aquí.
-Con los materiales del Linja se puede jugar al juego maya Bul.



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