Checkmate! Medieval people play es una exposición que se lleva a cabo desde el pasado 7 de julio y que permanecerá abierta hasta el próximo 10 de octubre en el The art Walter's museum (Baltimore, Maryland).
Estamos familiarizados con que los monjes recen, pero ¿con que jueguen? En un Libro de Horas de Flandes nos podemos encontrar con unos monjes jugando a la gallinita ciega, mientras que, en la página opuesta, unos niños campesinos disfrutan jugando al aire libre. Estas imágenes de juego son más habituales de lo que podemos llegar a imaginar: ni aburridos ni píos perpetuos, la gente medieval encontró tiempo para la diversión tanto en sus vidas como en los márgenes de los manuscritos. Y esos juegos, ya sean de mesa o de otro tipo, han llegado a nosotros a través del arte.
De manera sorprendente, las imágenes relacionadas con los juegos se encuentran de modo más frecuente en los libros religiosos, donde los artistas pueblan los márgenes con imágenes llenas de humor o algunas que pueden llegar a ser escandalosas.
"Jugando a dados", Libro de Horas (Horas de Jean de Mauléon) Francia (Tours?), ca. 1524m, pergamino, adquirido por Henry Walters, 1903 (W. 449, fol. 2v)
La exposición Checkmate! Medieval people play, recorre diferentes aspectos de la historia medieval, incluyendo los juegos de mesa, los deportes, el juego al aire libre, los cifrados visuales e incluso los juegos de amor. La exposición cuenta con 26 manuscritos, piezas originales de juegos medievales y un soldado de juguete del siglo XIII. En las páginas de estos libros se pueden encontrar desde niños tirándose bolas de nieve hasta batallas de caballeros que cambian las espadas por los dados, pasando por enamorados que "hacen piececitos" mientras juegan a Backgammon (como se puede ver en la última imagen de esta entrada). A través de las imágenes expuestas se pretende que los visitantes de todas las edades exploren un sentido de fantasía y diversión medieval que todavía perdura en la actualidad.
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Juego de las Tablas Astronómicas, dentro de El libro de los juegos de Alfonso X (juego al que dediqué una entrada en este blog hace algún tiempo)
En la Edad Media los juegos tenían especial relevancia, prueba de ello es que los elegían como pasatiempo y se gastaron dinero en ilustrarlos. No sólo estas ilustraciones eran costosas, sino que, en muchos casos, las propias piezas del juego lo eran llegándose a considerar auténticas obras de arte- por ejemplo, las piezas del ajedrez, que podían estar hechas de materiales preciosos. Pero el juego no se limitaba a la gente con dinero, ya que también se pueden encontrar imágenes de mendigos jugando a dados o a cartas, que si se imprimían en papel habrían sido relativamente baratas.
Ajedrez de la isla de Lewis (s. XII aprox.) |
Durante la Edad Media el tema más grave podía ser convertido en una especie de juego. A menudo, las adivinanzas y juegos de palabras visuales fueron utilizadas como herramientas para ayudar a contemplar verdades o para ayudar a la memoria. Los recursos mnemotécnicos y las imágenes y textos que ayudan a recordar algo, gozaron de gran popularidad durante el último periodo medieval. Estos recursos podían ser usados con fines civiles, como enseñar a los niños el alfabeto, o para la iluminación religiosa (ayudando a los fieles oraciones importantes y memorizar los textos bíblicos, por ejemplo). Otro tipo de imágenes que tenían que ser descifradas se usaron exclusivamente para el entretenimiento, como ilustraciones de proverbios que estaban destinados a ser la guía para reconocer el refrán que se describía.
Enamorados jugando al Backgammon
Finalmente, no resulta extraño concebir el amor como un juego. La idea de "ganar" el corazón de alguien implica competencia y estrategia. En la época medieval, las imágenes de hombres y mujeres jugando a menudo eran metáforas para los juegos del corazón. Las imágenes de los rituales de cortejo y el coqueteo con frecuencia transmiten un sentimiento de alegría y este se expresa a través del juego.
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