Sin movernos de siglo, un avance importante en el campo de las matemáticas fue la aparición de la teoría de la probabilidad que nació a causa de un problema presente en los juegos de azar, el llamado “problema de puntos”. En 1654 Pascal se encontró ante un problema planteado por unos jugadores de dados que, después de iniciar una partida, se vieron obligados a abandonarla y querían saber cómo dividirse la apuesta.
Concretamente, lo que se le plantea es lo siguiente: en una partida de dados intervienen dos jugadores y apuestan 32 doblones de oro cada uno, así mismo elige cada uno un número distinto. Gana el juego el primero que le salga cinco veces, en tiradas alternativas, el número que previamente ha elegido. Después de un rato de juego, el número elegido por el primer jugador ha salido cuatro veces y el del otro tres. Es en ese momento cuando la partida debe suspenderse ¿Cómo se dividen los 64 doblones de oro que se han apostado?
La primera reacción fue devolver a cada uno la cantidad inicial apostada, pero ello significaba no tener en cuenta los resultados obtenido desde el inicio de la partida. Pascal finalmente elaboraría la “regla de las partes” y propondría dar tres cuartas partes de la apuesta al primero y una cuarta parte al segundo.
Murillo, Niños jugando a dados.
En el siglo XIX, los franceses se apropiaron del Juego de Azar de sus vecinos ingleses, pero alterando el nombre y, ligeramente, las reglas. Así, del crabs inglés pasó a llamarse crabes en francés, que era una corrupción de la palabra anglosajona. La palabra que denomina al juego volvió a cambiar cuando colonos franceses e ingleses llegaron a costas americanas para su colonización; desde entonces se lo conoce como craps (este cambio de nombre se atribuye a los negros de Nueva Orleáns en algún momento del siglo XIX). El juego gozó de la misma fama que en Europa, y en pocos años ya se encontraba por todo el territorio americano.
El giro definitivo se produjo, todavía en el siglo XIX, gracias al norteamericano John H. Winn, quién inventó el modelo de juego actual y creó el tapete donde se introducen las apuestas, el conocido como “dibujo de Philadelphia”.
CÓMO SE JUEGA AL CRAPS:
Se juega con dos dados. Se escoge un jugador que será el primero en tirar. A continuación, tira el jugador situado a su izquierda, y luego van tirando por turno, en el sentido de las agujas del reloj, los demás jugadores. Se puede entrar o retirarse del juego en cualquier momento del mismo.
Los jugadores hacen sus apuestas sobre la mesa, y el que tira apuesta una cantidad igual a una cualquiera, a varias o a todas ellas. A continuación, tira los dados. Si en la primera tirada alcanza un total de 7 u 11 (este número se denomina “acierto”), el que ha tirado gana la totalidad de las apuestas; si consigue 2, 3 ó 12, entonces se trata de un crap y pierde todo lo que había apostado.
Si saca cualquier otro número a los dichos antes, se le llama ”punto”. El que tira sigue tirando los dados hasta que le sale el mismo punto, en cuyo caso gana todas las apuestas; pero si primero saca un 7, pierde, y el resto de jugadores ganan las apuestas que habían establecido. La mano pasa al siguiente jugador; pero los jugadores pueden dejar pasar la vez y entregar los dados al jugador que se encuentra a su izquierda.
He extraído las reglas del juego de:
-Frederick V. Grunfeld et al., Juegos de todo el mundo, UNICEF, Madrid, 1978.
Una versión más desarrollada del juego:
-Marta Moreno (trad.), Enciclopedia de los juegos, ed. Paidotribo, Bcn, 2003.
-Un sello con el cuadro de Murillo Niños jugando a dados, aquí.
-Enlaces sobre dados en la Parte1 y la Parte2 sobre dados en este blog.
-Artículos y otras cosas sobre dados.
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